Según informe de la UNESCO sobre la discriminación y la violencia por identidad de género y orientación sexual en la educación, pocos países en el mundo han desarrollado políticas para prevenir y combatir este tipo de violencia en las escuelas. Esta expresión de discriminación puede manifestarse por acoso y de manera física, sexual o psicológica, ocurriendo tanto en las clases, como en los patios, los baños, en el entorno escolar y a través de Internet. Según el documento, la forma más frecuente de violencia reportada en América Latina y el Caribe es la verbal, seguida de la física, perpetrada por otras/os estudiantes y profesionales de la educación en escuelas públicas y privadas.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos hizo un alerta en 2016 sobre los impactos de la violencia contra niñas y niños en los centros educativos de nuestra región, destacando que las niñas y adolescentes son las principales víctimas de la violencia de carácter sexual, existiendo alarmantes índices de esta forma de abuso, pero con bajos niveles de denuncia y elevado grado de impunidad.
Así se observa que la discriminación de género es objeto de reiterados actos de violencia y violación de derechos en el ámbito educativo. Sin embargo, la identidad de género y la orientación sexual son aspectos esenciales de la vida de una persona y están bajo la protección de distintos instrumentos de derechos humanos. Entre ellos, cabe mencionar los Principios de Yogyakarta (2006), que recomiendan que los Estados garanticen el trato igualitario dentro del sistema educativo, sin discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, y la resolución de la UNESCO “Aprender sin miedo” (2015), que alienta a la adopción de políticas y planes de acción para la superación de la violencia de género en la educación [sepa más].
La propia Agenda de Educación 2030 presenta como enfoque estratégico la equidad, la inclusión y la igualdad de género, y establece que los Estados deberán “de aquí a 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y asegurar el acceso igualitario a todos los niveles de la enseñanza”.
Ante este escenario, la CLADE, en alianza con REPEM, ALER y Pressenza impulsa la iniciativa de comunicación y sensibilización "Educación con Diversidad e Igualdad: por el fin de la violencia de género en los espacios educativos". Con ella, quiere incidir por la eliminación de esta forma de discriminación en los centros educativos y sus entornos, subrayando que este es un elemento fundamental para promover un ambiente de aprendizaje seguro e igualitario para todas las personas. "Consideramos que esta lucha se hace urgente en todo el mundo, y específicamente en América Latina y el Caribe, donde hoy se observan tendencias de descalificación a la inclusión de la perspectiva de la igualdad de género y el respeto a las diversidades en los centros educativos", afirman las redes que impulsan la iniciativa.
En este marco, te invitamos a 15 días de movilización por el fin de la violencia de género en la educación. Del 1º al 15 de marzo de 2017, compartiremos entrevistas, noticias, estudios, videos, memes para redes sociales y audios promocionales, con miras a difundir mensajes contra la violencia de género en la educación y denunciar casos de esta forma de discriminación en centros y entornos educativos de distintos países de América Latina y el Caribe. También divulgaremos información sobre los marcos de derechos humanos y prácticas inspiradoras que tienen por objeto atender y prevenir la discriminación y la violencia de género en los contextos educativos.
¡Súmate a esta iniciativa!
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Oiga aquí la emisión de ALER que informa sobre la iniciativa.